Este sábado tuvo lugar una de las pruebas que más me gustan
del calendario, el Triatlón Internacional de Lisboa, una carrera en la que en
2012 fui séptimo y a la que acudía con intención de al menos igualar ese
puesto, pues por fin parece que poco a poco estoy encontrando un punto de forma
que me ha costado mucho coger. La diferencia es que este año había rivales que
iban a poner el listón mucho más alto.
Llegamos a Lisboa el jueves por la tarde en avión,
alquilamos un coche y dimos un paseo por el centro antes de ir al hotel que lo
teníamos en la zona de la Expo. La mañana del viernes tratamos de salir en bici
pero esa zona es bastante caótica en lo que al tráfico se refiere y apenas
hicimos 12km con muchos coches y semáforos. Comimos prontito, nos echamos la
siesta y yo por la tarde salí a trotar 20´ con Santi, Cuenca y Juanma, mis
compañeros de 3 Style.
A las 19h tuvo lugar la reunión técnica en la que pude
saludar a bastantes conocidos y en la que nos sentamos con nuestro también
compañero en las carreras de España, Jose Estrangeiro. Cenamos en la Pasta
Party y nos acostamos pronto ya que el sábado teníamos que levantarnos a las 5
a.m.
El sábado era el día
de la prueba, madrugamos y a las 7:00 salimos del hotel, nos encontramos con
una buena cola para entrar a boxes pero por suerte iba rápida. Los boxes la
verdad que eran espectaculares con más de 800 bicis colocadas.
Cuando quedaba una media hora para la salida nos pusimos el
neopreno y la verdad que me encontraba un poco nervioso, hacía tiempo que no lo
estaba antes de una carrera pero quizá la sensación de que podía hacerlo bien
hacía que estuviese más tenso de lo normal.
Nos metimos al agua unos 10´ antes de la salida y calentamos
un poco, la salida era desde el agua y hasta la primera boya teníamos unos
300m. Me coloqué a la derecha del todo y le dije a Arrate que tratase de
cogerme los pies. Salí fuerte y me encontré bien en las primeras brazadas hasta
que cuando llevábamos unos 100m recorridos el triatleta que llevaba a mi
izquierda comenzó a desviarse hacia la derecha más de la cuenta, yo no quería
ceder porque nos estábamos saliendo de la línea correcta y comencé una absurda
lucha con la esperanza de que fuese capaz de mirar al frente y darse cuenta de
que íbamos mal, pero no, el “borrico” seguía desviándose cada vez más hasta que
finalmente consiguió incluso sacarme las gafas así que no me quedó más remedio
que pararme, dar dos brazadas a braza, colocarme las gafas, cagarme en él y
seguir nadando. Todo eso me hizo perder concentración, ritmo y quedarme en un
grupo relativamente “lento”. En la primera boya vi que tenía a Arrate a mi
derecha y le hice un gesto para que se viniera conmigo a pies pero no me vio. A
partir de esa primera boya los restantes 1600m de agua los hice prácticamente
solo, sin ir a pies de nadie y (nunca mejor dicho) entre dos aguas, por detrás
del grupo con el que debería haber nadado y algo por delante de otro gran
grupo.
La transición fue bastante buena pero al salir de boxes,
cuando iba mirando hacia abajo para colocarme la zapatilla una chica me cerró y
antes de darme cuenta estaba en el suelo, con la cadena de la bici fuera, con
una zapatilla puesta y otra en la bici y con un millón de pensamientos
negativos en la cabeza, pues peor no podía haber empezado la carrera. Me calcé,
solucioné el tema de la cadena y sin demasiadas ganas comencé a pedalear. Hacia
el Km 5 de bici me adelantó un mítico exciclista profesional, Fabian Jeker que
está haciendo sus primeros triatlones y la verdad que me vino de lujo, siempre
respetando el drafting decidí quedarme detrás de él pues llevaba un buen ritmo
y sabía que era una referencia a seguir. El ciclismo se componía de 4 vueltas
de 22Km cada una y durante las dos primeras vueltas Fabian y yo nos íbamos
sucediendo para “tirar” y avanzando bastantes posiciones, finalizando la
segunda vuelta nos dimos cuenta de que tanto él como yo llevábamos hasta tres
triatletas a rueda, pero a rueda de verdad, así que me puse a su par y le dije
de apretar en un repecho que había para que se quedasen y así lo hicimos. Para
mi sorpresa el propio Fabian también cedió y me marché solo, por delante tenía
aún unos 50Km de bici y en ese momento me hallaba en la posición 12ª. Al igual
que mis sensaciones en el agua habían sido malas en bici me encontraba muy
bien, en el llano mantenía los 40Km/h sin demasiado problema y en cada repecho
y curva era capaz de “lanzar” la bici con soltura, seguí avanzando puestos y
llegué a boxes en 8º lugar, justo por detrás de Miki Acosta.
Aunque no paraba de pensar en que si hubiese nadado bien y
no hubiese perdido un valioso tiempo con la caída habría estado más delante al
menos tenía la satisfacción interior de ver que en bici me había encontrado
bien y que había sido capaz de recortar tiempo a la cabeza de carrera.
Salí a correr ya por delante de Miki en 7º lugar y me
propuse intentar mantener un ritmo de entre 3´40´´ y 3´50´´ min/km.
Aunque me tocó sufir porque
tenía flato y dolor de estómago, al menos las piernas funcionaban. En algún
momento aflojé a ver si se me pasaban los dolores pero no había manera, y
tampoco me podía confiar pues detrás de mí venía a unos dos minutos un grupito
con gente como Jeker, Victoriano Raso, etc… Con mucho sufrimiento conseguí
mantener ese ritmo hasta el Km 17, iba en 6º lugar y en ese momento ya solo
quería acabar, el dolor abdominal era enorme y además estaba preocupadillo por
Arrate pues no había coincidido aún con ella en ninguno de los numerosos puntos
en los que nos cruzábamos. Desde el 17
hasta meta aflojé un poco, calculando que podía dejarme unos segunditos por Km
sin que me cogieran y siendo consciente de que al 5º no le iba a coger, así que
finalmente adelanté una posición sobre 2012, un puesto que quiero valorar
positivamente pues aunque nadé peor, en la bici de no ser por la caída a buen
seguro hubiera marcado el mejor parcial (me quedé a 3´´) y en la carrera rebajé
8´ mi tiempo del año anterior.
La verdad es que también debo reconocer que en este momento
me encuentro un poco triste porque veo que no termino de conseguir un resultado
verdaderamente bueno que me haga ilusión, quedar 3º en Basauri, 4º en Bilbao o
6º aquí no son puestos que me hagan sentirme feliz y me está costando motivarme
para correr este tipo de pruebas. Supongo que esto será el “calentón”
postcarrera y que cuando vuelva a ponerme las zapatillas recuperaré esa
motivación.
Desde que crucé la línea de meta me dediqué a animar a
Arrate que venía 3ª, con la 4ª muy cerca y también con un dolor de tripa que
hacía que se le saltasen las lágrimas. A ella le tocó sufir más aún que a mí
pero lo hizo y logró un pódium valiosísimo en una carrera muy importante, un
pódium que se merece por todo lo que ha luchado para conseguirlo y que espero
que le sirva para darse cuenta de que si se lo propone puede estar muy delante
en prácticamente cualquier carrera.
Por la noche fuimos a la mítica entrega de premios en el
Casino donde además de celebrar el tercer puesto de Arrate vimos subir como
ganadores de la prueba de relevos a los 3Style Javi Carretero, Santi Lopez y
Carlos cuenca y a Jose Estrangeiro como segundo clasificado. Enhorabuena a
todos.
Quiero terminar esta crónica felicitando a Paulo Leite y a
toda la organización del Lisboa Triathlon por su excelente trabajo y agradecer
a Paulo que un año más nos haya permitido estar aquí. Es una gran carrera y a
buen seguro volveremos.
Espero que encuentres esa motivación que tanto deseas, estás haciendo las cosas muy bien y aunque no siempre salgan las cosas en carrera como queremos, siempre hay cosas buenas que valorar. Un abrazo y ánimo!
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